miércoles, 11 de julio de 2001

¿Adiós a las urnas?

¡Claro que existen motivos para estar preocupados por el abstencionismo de las pasadas elecciones!

La Democracia se practica a través del voto. El “no voto” de las dos terceras partes de los votantes es síntoma que algo anda mal.

En las elecciones para gobernador en Baja California del 8 de julio ,se abstuvo de votar el 65% de los electores, en Tijuana el 70%. En las elecciones municipales de Chihuahua del 1 de julio, no salió a votar el del 56% , llegando a niveles del 65% en Cd. Juárez.

Las elecciones que marcan la transición democrática española -de 1977 a 1982- se caracterizaron por un muy alto nivel de participación.

¿Qué está pasando en México cuando en un año justo hemos pasado de la “revolución de los votos” al “adiós a las urnas” ?

No comparto la tesis que explica al abstencionismo como parte de la “normalidad democrática”. Tampoco creo que en nuestro caso los abstencionistas “viajen sin pagar boleto” como señal de la aprobación silenciosa de la gestión gubernamental.

Creo que los niveles tan elevados de abstencionismo llevan implícito un mensaje para los gobernantes y para todos los actores políticos en general.

Quisiera tratar de descifrar el mensaje que nos envían los no votantes a partir de una lectura de las elecciones en Chihuahua. Son varias las causas del abstencionismo. Menciono tres:

LA DESILUSION DEL CAMBIO

Desde luego que el tema de la reforma fiscal y la posibilidad de que se apruebe el 15% del IVA a los alimentos, medicinas y colegiaturas tuvo mucho que ver en el abstencionismo, particularmente entre aquellos electores que votaron por Fox en el 2000.
Si algún tema dominó las más recientes campañas del 2001 fue el IVA.

El tema se posicionó en marzo y abril con la desafortunada campaña publicitaria del gobierno federal que aseguraba que “no es cierto que con la eliminación de la tasa cero del IVA se afecte a los que menos tienen, ya que los impuestos les serán devueltos y copetados”.

Después, vinieron las protestas del 1º. de mayo. En mayo y junio, el PRI utilizó el rechazo del IVA como mensaje central de sus campañas. Así como el “cambio” y “sacar al PRI de Los Pinos” fueron los temas clave que alentaron a muchos electores a votar por Fox en la elección presidencial del 2000, en las campañas intermedias del 2001 el tema del IVA los desalentó.
Se confirma la regla de todas las democracias: ¡nadie vota por más impuestos!

En plenas campañas electorales las encuestas mostraban el rechazo de dos terceras partes de los electores al IVA. Varias encuestas nacionales revelaron que una gran parte de los electores que votaron por Fox el 2 de julio no lo hubieran hecho de haber conocido su intención de aumentar el IVA.

Lo anterior sugiere que en la mente de muchos electores el “cambio” se convirtió en sinónimo de “más impuestos”. Algunos me dirán que esto no es válido para el caso de Yucatán, ya que ahí los electores votaron por el cambio a pesar del IVA. ¡Y tienen razón! En Yucatán había motivos suficientes para movilizarse a favor del cambio: ¡poner fin a diez años de gobierno de Cervera!

En Chihuahua, por el contrario, la población ya había votado por el cambio en 1992 cuando eligieron a Francisco Barrio como gobernador. En el 2001, y a pesar de los comerciales televisivos del PAN utilizando al gobernador electo de Yucatán, Patricio Patrón Laviada, el tema del cambio no fue decisivo para movilizar a los votantes. Fue más determinante el IVA a la hora de votar o de no votar.

PRI: ASIGNATURA PENDIENTE

A pesar de que el PRI conservó muchas de sus posiciones, no se produjo el tan anhelado “renacimiento”. El abstencionismo también afectó al PRI.

El PRI conservó el poder donde era gobierno y estaba bien evaluado en materia de gestión gubernamental. Donde era oposición, como en Baja California y Cd. Juárez (con excepciones en algunos municipios de Chihuahua y Durango), no lo pudo recuperar.

Un buen porcentaje de electores que votaron por el PRI en el 2000 no lo hizo un año después. Tampoco regresaron a sus filas los electores que habían emigrado al foxismo . A pesar del IVA, una gran parte de los electores volátiles no le ha devuelto la confianza. El mensaje de estos electores es que la recuperación de la confianza no se da en “automático” por el simple efecto de los errores del PAN. Hace falta renovarse a fondo, dejar atrás el pasado y presentar proyectos de gobierno con una clara visón de futuro.

El alto porcentaje de abstención registrado en las elecciones con gobiernos panistas (Tijuana, Cd. Juárez, y en general todo Baja California) podría encontrar su explicación en esta “doble decepción”: la ausencia de cambio en los gobiernos panistas, pero, también, la falta de un proyecto alternativo del PRI.

NO A LA GUERRA SUCIA

Otro de los motivos que explican el abstencionismo en las pasadas elecciones es el abuso de las campañas negativas y de la llamada “guerra sucia”.

Un estudio de las campañas electorales en Estados Unidos reveló que la publicidad negativa llega a ocupar en ocasiones el 50% de los comerciales de una elección, y que existe una relación directa entre campañas negativas y nivel de abstencionismo.

En Chihuahua la pasión se desbordó por todas partes. Las campañas negativas de ambos bandos superaron por mucho el 50% del total de los comerciales en los momentos más álgidos de la contienda.

Las campañas negativas olvidan que, al final de cuentas, los electores votan por ellos mismos y por los beneficios que puedan obtener de los candidatos.

La lucha libre entre los políticos y los partidos no les resulta de interés: los aleja de las urnas.
El mensaje que han enviado los “no votantes” en las elecciones de julio del 2001 es una muy seria llamada de atención para los políticos de nuevo y de viejo cuño.

A nadie le conviene que en plena transición democrática el desencanto se apodere de los electores.