lunes, 7 de mayo de 2007

Lecciones del 6 de mayo francés

En estas elecciones ganó la capacidad contra el amauterismo, las propuestas concretas contra la falta de propuestas, la estatura presidencial contra el liderazgo moral, la promesa de seguridad y mano dura contra la honestidad y la cercanía, la France profonde contra la France des intellectuels, la derecha contra una izquierda que no termina de renovarse después del fracaso electoral del 2002 (porque aritméticamente desde la primera vuelta la derecha tenía más votos que el conjunto de la izquierda), los barrios ricos contra les banlieux (los suburbios), el cambio traducido en un proyecto tecnocrático contra el cambio traducido en "soyez audaz votez pour une femme", el machismo contra el feminismo, la mercadotecnia contra la movilización social, el deseo de seguridad contra el multiculturalismo, la figura del padre contra la figura de la madre, la cursilería del lema "ensemble tout est possible" contra el vacío del lema "La France Présidente", la estatura presidencial contra la denuncia moral y la indignación en el debate de la 2da vuelta (hace falta más que eso para ser Presidente de Francia), la provincia contra Paris (en Paris Sarkozy ganó por tan solo 3,800 votos, en el resto del país por 3 millones), el estridentismo de las declaraciones contra los jóvenes de las banliex y el 68 contra el "aimez vous les una aux autres".

Los franceses se reconcilairon con la política pues salieron a votar en un 83%, cifra récord, la diferencia de Sarkozy contra Ségolène es bastante cómoda, de 6 puntos, 53 contra 47. En junio habrá elecciones legislativas, el 3ème tour como le llama el PS., en donde habrá que estar al tanto del desempeño del centro que sorprendió en la primera vuelta de esta elección. ¿Será Bayrout el factotum en la formación de la nueva mayoría presidencial?

Ségolène no se retira como lo hizo Jospin en el 2002, ahora el reto es transformar a la izquierda. A pesar de la derrota, Ségoléne tiene un gran mérito que es el de haber levantado al PS después de la debacle del 2002 en la que ni siquiera llegó a la segunda vuelta en la elección presidencial, y haber iniciado la transformación de la izquierda cuya vida ha estado dominada por los llamados "elefantes" socialistas. Su gran mérito es haber obtenido 17 millones de votos, numéricamente superior a los obtenidos por Jospin, y el haber enfrentado a Sarkozy en una campaña que se antojaba más desigual.

Sarkozy no la tiene fácil, hasta ahora ningún Presidente francés ha podido transformar el modelo francés, no lo hizo Miterrand quien gobernó durante 14 años: mejor se dedicó a construir la Europa y a hacer obras faraónicas, y tampoco lo hizo Chirac, quien gobernó durante 12 años, y en donde se agravó la fractura social, tampoco lo hizo Jospin quien cohabitó como Primer Ministro con Chirac, y a quienes los franceses culpan de laxismo contra los migrantes, del fracaso de la semana de 35 horas, y del aumento de la inseguridad (la carga negativa que no ha abandonado a la izquierda francesa).

Hay quién dice que el 6 de mayo del 2007 es para la derecha como el 10 de mayo del 81 cuando ganó la izquierda por primera vez en la V República, pero los franceses ya no creen en "les lendemains qui chantent", la esperanza del cambio con la izquierda no se hizo realidad, y ahora el cambio que le toca encabezar a Sarkozy es un cambio mucho más doloroso, un cambio que implica para los franceses mucho sacrifico, sudor y lágrimas.

Hay quienes dicen que Sarkozy hará en Francia lo que hizo Blair en el Reino Unido, pero lo que hace falta en Francia no es una política blairista sino la serie de reformas que la Thatcher introdujo para evitar el declive inglés.

Hay una gran oportunidad de que Sarko se convierta en el gran modernizador de Francia después de De Gaulle, pero también un gran riesgo de que sus medidas polaricen a una sociedad en la que nadie, en los últimas décadas, ha podido desatar el nudo gordiano del cambio, y en la que las protestas y la movilizaciones sociales se apoderan de las calles (o incendian los coches en las banlieux) al más pequeño indicio de retroceso social.