sábado, 23 de agosto de 2003

Nati y el reto de la sintonía ciudadana

Ya como Gobernador, el reto de Nati es que la estrategia del nuevo gobierno cumpla con las expectativas de los electores que le dieron el triunfo.

Por no haberse detenido a analizar los factores clave de su victoria en 1997, Canales perdió la conexión emocional con los electores que hicieron el "swing" a favor del cambio, y que, grosso modo, eran electores de la clase media baja con expectativas de mejorar sus empleos, residentes de las colonias populares de Guadalupe, Monterrey y los municipios de la zona citrícola.

La estrategia de gobierno de Canales estuvo más enfocada a satisfacer la doctrina y valores de los electores duros del PAN, que las necesidades materiales de sus electores volátiles.


Un voto a favor de lo social

Es claro que en el voto a favor de la Alianza Ciudadana hay una dosis de voto de castigo en contra del desempeño del Gobierno de Canales. Una encuesta telefónica de EL NORTE del 11 de julio, muestra que, en el voto a favor de la Alianza Ciudadana, "la decepción por el PAN" (69 por ciento) fue más importante que "la confianza en el PRI" (23 por ciento). Sin embargo, este dato oculta, en realidad, las verdaderas razones que movieron a los electores a votar por Nati.

Una encuesta levantada por BCG en abril, muestra que en la lógica de voto el tema social prevaleció por encima del tema moral. Por primera vez desde 1997, los encuestados no identificaron al PAN con el "cambio" (38 vs. 57 por ciento), ni lo consideraron "cercano a la gente" (38 vs. 55 por ciento). Al PRI, por el contrario, lo relacionaron con un "gobierno con sentido social" (62 Vs. 29 por ciento).

En cuanto a la lógica de voto a favor de Nati, el 51 por ciento de los encuestados respondió que lo harían por "su plan de desarrollo social para ayudar a los grupos vulnerables"; 15 por ciento por "su experiencia y capacidad para gobernar"; 14 por ciento por "su visión para combatir los principales problemas del Estado"; y 12 por ciento porque "es amable, sencillo, y cercano a al gente".

En el caso de Mauricio, el 26 por ciento de los encuestados no mencionó razón alguna para votar por él; el 22 por ciento lo haría "porque su éxito como empresario garantizaría que sería un buen Gobernador"; otro 22 por ciento "porque tendría el apoyo de Fox"; 14 por ciento "porque tiene carácter, por lo cual no se dejaría manejar"; y 12 por ciento porque "representa un cambio", 28 por ciento de los que no votarían por Mauricio invocó su "carácter prepotente".

Estos datos nos arrojan las siguientes conclusiones:

1. En el 2003, el PAN pierde su posicionamiento en el tema representado por el binomio cambio/economía.
2. El PRI (Alianza Ciudadana), por su parte, recupera su ventaja en el tema de la "sensibilidad social".
3. Los electores que votaron por Nati, lo hicieron motivados por una lógica muy clara de voto: sus propuestas a favor de los grupos vulnerables.
4. Mauricio no logró comunicar a los electores las razones para votar por él. Su campaña, a diferencia de la de Nati, fue más de imagen que de propuestas, más táctica que estratégica.
5. En la elección del 2003 prevalecieron los temas social y cercanía, frente a cambio y empleo, que dominaron en 1997.


La inseguridad como telón de fondo

Una vez establecida la lógica de voto que prevaleció el 6 de julio, es necesario comentar un hecho a todas luces paradójico. La totalidad de las encuestas preelectorales marcaban a la "inseguridad" como la principal preocupación de los ciudadanos. Y, sin embargo, el mensaje de Nati se orientó hacia al tema social.
Este dato curioso -que demuestra que el diseño de la estrategia no se hizo "by the book"- merece dos comentarios:

1. Si bien el tema de la inseguridad no se manejó como elemento integral del mensaje de campaña, sí formó parte de la estrategia de referéndum al desempeño del gobierno de Canales: ¡La inseguridad no le dio el triunfo a Nati, pero sí le quitó votos al PAN!

2. El siguiente aspecto es la congruencia entre el diseño del mensaje y los atributos del candidato. El mensaje de Nati a favor de las propuestas sociales fue totalmente congruente con sus fortalezas de cercanía y sensibilidad social. Mauricio, por su parte, cayó en contradicción al querer subsanar su más clara debilidad -la lejanía- con un mensaje de cercanía que no corresponde a sus atributos más visibles. De ahí que su lema "Mauricio está con la gente" careciera de la credibilidad suficiente para ganar.

Lo anterior nos sugiere que otro de los objetivos prioritarios en la estrategia de gobierno de Nati es el tema del combate a la inseguridad. Si bien esta preocupación no se incorporó explícitamente al mensaje de campaña, sí estuvo presente como una especie de telón de fondo del tema social.

El mandato que se desprende de las elecciones es que el nuevo gobierno debe focalizar su atención en dos objetivos prioritarios: la propuesta social y el combate a la inseguridad, todo esto enmarcado en un estilo de gobierno cercano y con sensibilidad social. En la campaña permanente por mantener la sintonía ciudadana, el reto de Nati consiste en diseñar una estrategia de gobierno enfocada en dar respuesta a las expectativas expresadas por los electores el pasado 6 de julio.

La clave del éxito del próximo gobierno es mantener la sintonía emocional con los electores que lo llevaron al triunfo. Como señaló en una entrevista reciente Dick Morris, en el objetivo de permanecer sintonizado con los electores "la campaña nunca termina y el gobierno nunca empieza. Un político que se posiciona y no sigue en campaña, corre muy rápido el riesgo de perder el poder".

(Este artículo se publicó en el periódico El Norte el 23-08-03)